Cañada Real Galiana

The Cañada Real Galiana is 15 km from Madrid’s city centre. It is inhabited by 7.500 people living in 2.600 shanks. There are 2.860 under the age of 18 and most of them are gipsies.  All the buildings are irregular and illegal, with no tap water nor sewage system. This gipsy settlement is now 16 km long, they started building 25 years ago and haven’t stopped expanding. No one pays the rent, electricity nor water taxes. Private property is upon word and relies upon its underground economy. In the last 6 years, the Cañada Real Galiana has become Spain’s biggest drug supermarket, where thousands of doses are daily sold to people from different backgrounds, arriving in cars or kundas. Cañada Real Galina’s drug market produces a dynamic ecosystem controlled by the chiefs of the gipsy clans and runned by the watermen or foot soldiers, who perform any type of work required for their daily dose, living in poor conditions, in a tent or ripped shack, eroded by Madrid’s extreme weather conditions.

A place from another world, typical of Cormac McCarthy’s.

 

A 15 kilómetros del centro de Madrid, se sitúa Cañada Real Galiana donde habitan unas 7.500 personas en 2.600 casas / chabolas. Personas en su mayoría de etnia gitana de los cuales 2.860 son menores. Todas las construcciones son irregulares o ilegales sin agua corriente y alcantarillado. Empezaron a construirse hace 25 años y desde entonces no ha parado, convirtiéndose en un gigantesco asentamiento de 16 kilómetros de largo, donde nadie paga renta, luz o agua. La propiedad privada es ¨de palabra ¨ y la economía sumergida. Hace 6 años se ha instalado en Cañada Real Galiana el mayor supermercado de la droga en España, dónde se venden a diario miles de dosis a personas de todas la condiciones sociales que llegan en coches o kundas. El mercado de la droga en Real Cañada Galiana genera todo un ecosistema donde conviven los jefes de los clanes gitanos con los ¨ punteros ¨ que a cambio de su dosis diaria realizan todo tipo de trabajos, malviviendo en tiendas de campaña o chabolas desgastadas por el clima extremo de Madrid.

Un lugar de otro mundo, propio de Cormac McCarthy